“Pocha” lo recuerda como si hubiese sido ayer. Su esposo Oscar Juan Vázquez estaba convaleciente, pero su espíritu lo impulsaba a ayudar pese a todo. Fue así como con la complicidad de un médico, salió de la cama y le puso final feliz a una historia que tuvo en vilo a todo el país.
Mencionando aquella gesta, Lidia González explicó que “mi marido estaba haciendo reposo porque había tenido un infarto y no estaba bien. Estaba desesperado. Vino Omar ( Beli ) a preguntarle dónde podían estar y él les dijo que no estaban en una cueva sino en una saliente de la sierra”.
Oscar Vázquez en su escuela de cadetes de bomberos en Sierra de la Ventana
El 15 de julio de 1981 un contingente estudiantil proveniente de la capital federal fue sorprendido por un temporal de lluvia, nieve y viento y sus vidas corrieron serio riesgo. El país estuvo en vilo por la suerte de los niños y sus acompañantes que estuvieron casi dos días perdidos en las sierras del cordón de Ventania. Los esfuerzos de bomberos voluntarios, baqueanos y policías fueron extremos para llegar al final feliz que resultó.
Según su perspectiva “él conocía las sierras como sus manos. Luego vino el Dr. Pugliese y le permitió ir porque no estaría bien en la casa con los nervios. Cuando llegó, se subió a un helicóptero y les indicó dónde estaban los chicos”.
Por último, contó como ese grupo de alumnos terminó en el medio de la naturaleza. “No los dejaban subir pero subieron igual porque un hombre les dijo que los iba a llevar. A mitad de camino los tapó una nube y se perdieron. Pasaron la noche y recién al otro día los encontraron” cerró.