La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos aires (AIEPBA) elaboró a partir del aporte de especialistas y autoridades de la institución un listado de herramientas pedagógicas y logísticas tendientes a aplicar en los establecimientos educativos como forma de mitigar los efectos de la ola de calor que atraviesa a buena parte del territorio bonaerense y del resto del país.
“Hemos elaborado algunas sugerencias y recogido experiencias que recorrieron nuestros asociados en estos primeros días del ciclo lectivo afectado por las temperaturas extremas”, explicó el secretario ejecutivo de AIEPBA, Martín Zurita.
Entre las medidas que se sugieren desde la entidad que agrupa a más de 2.300 institutos de enseñanza de todos los niveles en Buenos Aires, están las siguientes:
• Rotación de los espacios para los estudiantes dentro de la escuela hacia lugares con mayor ventilación, al aire libre o en la sombra.
• Sugerir el uso de prendas livianas del uniforme hasta tanto pase la ola de calor, permitiendo ir con short escolar en lugar del pantalón largo, por ejemplo.
• Refrescarse en los recreos y flexibilizar los tiempos de hidratación en el aula. Proveer jarras con agua fría o dispensers, para abastecer a lo largo de la jornada.
• En las clases de Educación Física, realizar actividades teóricas; y en aquellos establecimientos donde la asignatura se dicte mayoritariamente en sectores techados y ventilados, realizar actividad de baja intensidad.
• Reforzar a través de reclamos a los entes de servicios públicos, la continuidad de la provisión de energía y agua corriente debido a la altísima interrupción en los suministros.
• La suspensión de clases por cuestiones climáticas está prevista en el Reglamento General de Escuelas y es una decisión institucional y excepcional, en caso de que las condiciones lo ameriten. Previo a ello, se pueden contemplar otras alternativas como: establecer franjas horarias para realizar tareas académicas de manera virtual, o no computar inasistencias en algún turno.
• Asimismo, se sugiere aplicar las indicaciones emanadas al respecto por la Subsecretaría de Educación de la DGCE.
• Desde la perspectiva pedagógica, los docentes pueden utilizar la actual contingencia como disparador para abordar, de manera transversal en el aula y en los diferentes niveles educativos, la problemática ambiental y del calentamiento global.
El secretario de AIEPBA reconoció que “la actual situación de emergencia nos obliga a reformular cuestiones de funcionamiento del sistema. La educación privada tiene intenciones de afrontar este tipo de contingencias, pero ahora la capacidad financiera está acotada por, entre otros motivos, un sistema de aranceles regulado”, dijo Zurita y agregó que “esta ola pasará, pero nos debe dejar una enseñanza para mejorar la calidad del sistema educativo en general”.