Declarada Personalidad Destacada de la Provincia de Buenos Aires, la primera intendenta de la provincia de Buenos Aires hizo un repaso de su trayectoria en la política.
En partes iguales dulzura y perseverancia. Ese combo forjó a María Luisa Kugler, la primera intendenta que tuvo la provincia de Buenos Aires, y que recientemente fue declarada Personalidad Destacada.
La ex mandataria de Tornquist admitió al respecto estar “muy contenta y emocionada. Son los regalos que me manda Dios. Muy feliz de poder vivirlo y de haber llegado a esto”.
Repasando su carrera en la UCR, María reconoció que “en el 83 quise ser secretaria del comité de Tornquist y me dijeron que no. Que de ninguna manera. Que si quería ser vocal, no había drama. Y dije, alguna vez voy a llegar”.
Poniendo el marco histórico, Kugler reconoció que en aquellos años “las mujeres servíamos para limpiar el comité y ensobrar las boletas. Yo estaba feliz porque hice la campaña de Alfonsín. Lo traje acá. Fue todo un logro. Él me decía que siga, que no baje los brazos”.
De esa insistencia fue que “en el 87 armamos una lista, me presenté en la interna y la gané. No debería haber habido internas porque mis rivales presentaron mal la lista. Fuera de término. Llevé un escribano. Hice la interna igual y la gané”.
Los cimbronazos nacionales marcaron su mandato, ya que “primero estuve dos años con Alfonsin, y los últimos dos con el presidente Menem. Con la reforma de la constitución todos ayudamos a Cafiero porque todos estábamos de acuerdo”.
Le dedicó una buena porción de la entrevista al ex gobernador, siempre con palabras elogiosas. Según recordó “me llevó con otros intendentes a la Casa Rosada. No tengo palabras para hablar de lo que fue Cafiero conmigo. Me ayudó muchísimo. Siempre llamaba para ver qué necesitábamos y que estaban a disposición”.
Entre las anécdotas que atesora, “una vez me llamó un 15 de abril a la intendencia, y yo le dije que se había equivocado porque la celebración era el 17. Y me dijo que no, que me llamaba por mi aniversario de casada. Hasta esos detalles tenía. Para mí fue como un papá”.
Y de igual forma, “cuando fui a la primera reunión de intendentes, todos me miraban como sapo de otro pozo. Eran 127 y yo. Y Cafiero les dijo, acá les presento a la única mujer intendente. Iba a los ministerios y las secretarias me decían, señora, en diez minutitos atendemos a su intendente. Me costó hacerme conocer, pero todo se consigue en la vida con dedicación”.
En otro pasaje de la charla, y en todo de tristeza, admitió que “después de lo que ocurrió con De la Rúa lloré como loca. Mi hija me preguntaba por qué lloraba, y yo le dije porque se me fueron 30 años de militancia”.
Por este motivo es que “en el comité no nos querían, así que di un paso al costado aunque me dolió el alma. Y así fue que llegaron chicos jóvenes. Yo me aislé un poco. No participo tanto, pero celebro que estén todos los que están, que es gente joven. Y estoy enloquecida con el subcomité de Sierra y con la presidenta del Concejo”.
foto de portada: Parlamentario.com