El 17 de Agosto de 1850, partía hacia la inmortalidad, un hombre que por sus principios, valores, tenacidad y capacidad de entrega marcó el camino y dejó sus huellas para el futuro crecimiento de América toda.
Nada lo detuvo, ni su salud, ni la naturaleza, ni los hombres que no creían en su plan y le sacaban mérito a sus acciones.
Se lo sabe un ser de gran calidad humana, modesto, de carácter fuerte y decidido. Sus actos de heroísmo, lejos de servirle de vanagloria, lo fortalecieron y lo llevaron a perseguir con mayor tenacidad el logro de sus empresas.
A 167 años de su desaparición física, los integrantes del Honorable Concejo Deliberante desea resaltar el legado dejado por este Gran Hombre, e invitar a todos los ciudadanos a imitarlo, ya que él inculcó con su ejemplo, los verdaderos valores para la construcción de una patria grande, sin divisiones, libre y soberana-