Opiniones controvertidas entre los comerciantes locales y deliberaciones sobre la posibilidad y conveniencia o no de la apertura al turismo.
Se han constituido dos grupos: los que quieren abrir su negocio ansiosos por los protocolos que el municipio posterga, y los que creen conveniente seguir teniendo el acceso cerrado.
En estos días salieron a la luz muchos comentarios al respecto y se ha puesto en tela de juicio el rol de las Cámaras representativas de los comerciantes, de los hoteleros y de los gastronómicos. Se juzga especialmente cuestionable que el presidente de la Cámara de Comercio sea también un funcionario municipal, ya que esto pone en duda su objetividad.
Esta confrontación, llevó a los comerciantes a elaborar una encuesta que pretende visibilizar en números cuántos son unos y cuántos son otros, para tomar las decisiones que plantee el grupo mayoritario.
Pero la cuestión no termina ahí. También se hizo pública la opinión de algunos comerciantes que se declaran firmemente en contra de los no residentes bahienses, lo cual generó malestar y situaciones confusas que llevaron a las tensiones y a los hechos vandálicos del fin de semana.
Mientras tanto, desde Adeprotur se está trabajando en el asunto de la apertura. Se está analizando cuándo será el fin de semana de apertura “de prueba”, tal cual la idea que presentó la provincia de Buenos Aires. Sería algo así como una prueba piloto, para ver cómo nos organizamos y cómo nos cuidamos.
Una excelente idea, para que sea progresivo y que estemos todos atentos. Hay indicios de que sería para el fin de semana largo de 20, 21 y 22 de noviembre, aunque desde la Secretaría de Turismo no se haya confirmado.
Qué pasa a nivel social
Mucho por hacer, mucho por debatir. La gente cansada, agobiada, con angustias y silencios. Los abuelos y nietos que no pueden verse y se extrañan mutuamente. Eventos familiares postergados. En lo educativo, niños y jóvenes que ya no quieren seguir teniendo clases virtuales.
Pasan cosas graves y dolorosas que la población local no desconoce. Aunque algunas por prudencia sea menester no comentar ni difundir, poco a poco la propia realidad se encargará de sacar a la luz.
Tal cual como dijo el intendente…. mucha incertidumbre y pocas certezas. Mientras los protocolos aún no están, el estado municipal sigue arreglando la costanera, los guardavidas pintan sus casitas, algunos paradores empezaron a abrir y una cervecería brinda su espacio para el encuentro.