El director de Flora y Fauna Silvestre de Chubut, Fernando Bersano, confirmó que «en las costas de la provincia se contabilizaron más de 1.300 crías de elefantes marinos que murieron producto de la gripe aviar» y dijo que es sin dudas «el mayor número de muertes desde que se llevan registros».
«Conocíamos el fenómeno porque del relevamiento por la costa atlántica se venían observando cadáveres, pero el número lo podemos dar ahora porque se concluyó el monitoreo y se revisaron todas las estadísticas» sobre esa población que se asienta alrededor de Península Valdés.
Chubut tiene en sus costas la población más numerosa de elefantes marinos (mirounga leonina) de Sudamérica con colonias que se ubican en el contorno de Península Valdés y algo más al sur de ese accidente geográfico, hasta la zona conocida como «Isla Escondida», entre la desembocadura del río Chubut y Punta Tombo.
Bersano, en diálogo con Télam, reconoció que no tienen «forma de asegurar que esta mortandad ponga en riesgo la especie, pero seguramente el hecho de que sean cachorros que en las próximas temporadas tendrían que estar disponibles para los harenes de reproducción, sin duda afectará el ciclo reproductivo».
El género «Mirounga» conocido como «elefante marino» o «foca elefante» es de la familia de los pinnípedos.
El macho es el mayor pinnípedo que existe en la actualidad y, probablemente, también el mayor que ha existido en la historia del planeta Tierra, alcanzando los 6 metros y hasta cuatro toneladas de peso, mientras que las hembras no superan los 3m de talla y 900 kilogramos.
Los harenes de varias hembras que se forman alrededor de un elefante adulto que a su vez debe lidiar con otros machos que le disputan el liderazgo, es uno de los espectáculos naturales más demandados en Punta Norte, sobre el extremo noreste de Península Valdés, el accidente geográfico que se observa en el mapa con forma de hongo del Chubut.
Los datos sobre las muertes sorprendieron porque en un principio la preocupación sobre los efectos de la gripe aviar se concentró en la población de lobos marinos de uno y dos pelos, que tienen un número de ejemplares mayor y en la que se reportaron poco más de 250 decesos.
No solo se dio esta situación, si no que la gripe aviar también impactó en la población de pájaros costeros como playeros, gaviotines, cormoranes y pingüinos, pero en un número muy inferior al que se temió en un principio.
El funcionario chubutense aprovechó también para solicitar a la población que «no se aproxime cuando ve a un animal en la costa, es peligroso para la persona y para el animal. Apelamos a la consciencia de turistas y pobladores porque no se puede estar ni multando ni persiguiendo, pero sí informando que eso no corresponde».