Lifschitz, principal dirigente opositor de la provincia, permanecía internado en estado crítico desde el 19 de abril.
El exgobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, murió este domingo por la noche, a los 65 años, en una clínica de la ciudad de Rosario afectado por un severo cuadro respiratorio derivado de coronavirus que lo mantuvo más de diez días conectado a un respirador, informaron allegados al dirigente.
Lifschitz era el principal dirigente opositor de la provincia y permanecía internado en estado crítico desde el 19 de abril en el Sanatorio Parque de Rosario, poco después de confirmarse que había contraído Covid-19.
El líder socialista comenzó con síntomas el 10 de abril y él mismo confirmó al día siguiente que había sido hisopado con resultado positivo, informando además que se encontraba en buen estado de salud.
Pero con el paso de los días comenzó a presentar complicaciones y el 19 de abril fue internado, primero en sala común y luego en terapia intensiva.
Los sucesivos partes médicos fueron dando cuenta del deterioro de su salud e incluso desde hacía varios días estaba siendo asistido mecánicamente para respirar, hasta que esta noche sus allegados informaron su deceso.
Sus colaboradores informaron que no habrá velatorio aunque sí se recibirán muestras de afecto en la Biblioteca Argentina Doctor Juan Álvarez de Rosario, mientras que el gobernador Omar Perotti decretó 48 horas de duelo.
El presidenteAlberto Fernández manifestó su «enorme pesar» por el fallecimientodel exgobernador santafesino Miguel Lifschitz, a quien definió como un «hombre íntegro» que «puso todo su esfuerzo en favor del progreso» de su provincia.
Ingeniero civil de profesión, Lifschitz nació en Rosario el 13 de septiembre de 1955 y fue uno de los principales dirigentes del Partido Socialista que, en el marco del Frente Progresista Cívico y Social, gobernó la provincia entre 2007 y 2019, primero con el fallecido Hermes Binner, luego con Antonio Bonfatti y finalmente con su gestión.
También gobernó su ciudad en dos períodos, desde 2003 hasta 2011, fue senador departamental entre 2011-2015 y hasta su muerte fue presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.
Desde diciembre de 2019 ocupaba la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe al ser electo legislador en los comicios de ese año, en los que Perotti, actual mandatario provincial, ganó la Gobernación desde el Frente de Todos.
Nacido y criado en Rosario, Lifschitz se recibió de ingeniero civil durante la última dictadura, en 1979, en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Inició su militancia política algunos años antes en el Movimiento Nacional Reformista (MNR), brazo universitario del entonces Partido Socialista Popular (PSP), fundado en 1972, entre otros, por Guillermo Estévez Boero, formador de la mayoría de los dirigentes de esa fuerza política que luego ocuparon cargos institucionales en Santa Fe.
Inscripto por sus padres como Roberto Miguel, a Lifschitz todos lo llamaban por su segundo nombre.
Tuvo cuatro hijos con su primera esposa -de la que se divorció- y desde hace años estaba en pareja con Clara García, militante socialista que ocupaba un escaño en la Cámara Baja provincial por el Frente Progresista.
Tanto sus camaradas como sus eventuales adversarios políticos lo recordaban esta noche como un hombre de diálogo, cálido y comprometido con sus ideales políticos.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, rememoró en las redes sociales que lo conoció «militando contra la dictadura» y además subrayó que a pesar de ser adversarios políticos compartieron «sueños» mientras que las «disputas políticas» fueron «respetuosas y amigables». «Enorme tristeza», tuiteó el funcionario para referirse a Lifschitz.
Su compañero partidario y exgobernador, Bonfatti, manifestó su «profunda tristeza por el fallecimiento de nuestro querido compañero Miguel» y dijo que «su huella quedará para siempre en la historia de Rosario y Santa Fe, y en cada militante».
Lifschitz formó parte de la primera gestión socialista de la Intendencia de Rosario con Héctor Cavallero como jefe comunal (1989-1995), y luego integró el gabinete de Hermes Binner en el municipio rosarino (199599 y 1999-2003), cuyas gestiones en materia de salud pública y descentralización administrativa sirvieron como trampolín del Partido Socialista (PS) a la Gobernación santafesina, en alianza con la UCR y otras fuerzas políticas.
Tras la segunda gestión de Binner en el municipio, Lifschitz despuntó como el candidato del PS para darle continuidad a ese proyecto político en Rosario.
En 2003 ganó por primera vez la Intendencia y repitió el triunfo cuatro años más tarde, en 2007, el mismo turno electoral en el que Binner fue elegido gobernador y se convirtió en el primer socialista en gestionar una provincia argentina.
En esos comicios de 2003 Lifschitz se impuso por una diferencia holgada (30%) a su viejo jefe político, Héctor «Tigre» Cavallero, que había enlazado su trayectoria política con el justicialismo.
Tras dos gestiones socialistas en la gobernación santafesina, en 2015 le llegó el turno a Lifschitz, quien se había preparado para ese desafío, según sus propias palabras.
Los cuatro años anteriores ocupó una banda en la Cámara de Senadores de la provincia por el departamento Rosario, en representación del Frente Progresista Cívico y Social.
Como gobernador continuó las políticas públicas de sus antecesores Binner y Bonfatti, centradas en la regionalización provincial y la salud pública, e hizo hincapié en la obra pública, la pavimentación de rutas y el mejoramiento de caminos rurales.
En 2018 Lifschitz impulsó una reforma de la Constitución provincial, una de las pocas que no contempla la reelección del gobernador, pero sin apoyo opositor desistió de convocar a un plebiscito.