La nadadora de nuestra comarca Adriana Berardi nos describió como vivió la travesía que recorrió 11 kms desde Puerto Navarino – Chile, hasta Caleta Aspirante – Ushuaia – Argentina en 4,43 minutos de nado en postas en las aguas heladas del canal fueguino.
Adriana Berardi de Villa Ventana llegó a Ushuaia para cumplir un sueño y un desafía al mismo tiempo, en un hecho histórico de reconocimiento internacional.
Ella estuvo entre los 34 nadadores (de ambas nacionalidades) que unieron a nado Argentina y Chile por el Canal Beagle. En conmemoración de los 40 años de la firma del tratado de paz entre ambos países que, por realizarse sin traje de neoprene, se convirtió en récord mundial.
Describiendo la incertidumbre que generaban las condiciones climáticas de los días 29 y 30 de noviembre, en los que se había organizado el evento, nos relató:» Era un poco el temor el día de la presentación que fue el día 29. Matías Olla, el organizador, nos comentó que si no era el día 30 no se iba a poder hacer, porque para el 1° (de Diciembre) estaban anunciadas unas condiciones totalmente desfavorables. Entonces era una sensación de ansiedad y de deseo que realmente la ventana se diera. Y bueno, se dio, sinceramente cuando nos embarcamos el canal era una pileta, no podíamos creer lo manso que estaba.»
Pero las cosas se complicaron con el pasar de los minutos al llegar a la otra orilla y tener que realizar los trámites migratorios; » las autoridades de Chile llegaron una hora y media más tarde, cuando quisimos acordar llevábamos dos horas y media más o menos de nada y se levantó un viento tremendo y el oleaje era cada vez más grande.» apuntó.
Finalmente, la prueba comenzó y la sensación que se experimentaba a bordo del catamarán en el que embarcaron los nadadores era contundente de acuerdo a lo que Adriana nos describió: » Por momentos sentíamos que no se avanzaba nada y la tensión era gigante, gigante entre todos. Cada vez que se tiraba uno, era como que los otros 33 que estábamos nadando y haciendo fuerza por ese que estaba en el agua.».
En el momento de sumergirse Berardi contó lo difícil que estaba el canal y varios datos que ilustran los momentos tensos vividos junto a un kayak que era el guía de los nadadores: «lo peligroso de esos momentos de tanto oleaje, el kayak intentaba alejarse un poco de nosotros, lo que pasa que era nuestra guía y en esos momentos donde está tan revuelta el agua, lo necesitas, porque realmente no ves nada y en alta mar tampoco tenés referencias, entonces era necesario que el kayak, justamente la embarcación más pequeña, estuviera lo más cerca posible nuestra sin correr riesgo de accidentes. Por momento sí, se había puesto complicado y de hecho el catamarán debería hacer varias maniobras para ponerse del otro lado del nadador» detalló.
Para completar, destacamos que durante los 500 mts que nadó Adriana la temperatura del agua estuvo en 7,2°, a diferencia de su anterior experiencia en el Lago Argentino, donde tenía apenas 2.1°, no obstante nos decía:» Sinceramente, no sentí frío en ningún momento. Cuando salí, notas el cambio, el catamarán estaba muy bien calefaccionado para que mi bien subiéramos y nos abrigábamos nos cambiábamos.»
Para finalizar, la nadadora dejó un agradecimiento a su familia, a quienes la entrenaron y acompañaron en la preparación para tamaño esfuerzo; al municipio de Tornquist que apoyó económicamente este viaje, rescatando esta expresión para describir esta gran aventura: «Fue una emoción tan grande que nos abrazábamos y llorábamos todos»
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