La titular de la ONG Sílice, Patricia González, dejó muy clara su postura en relación a la intención de colocar en Bahía Blanca una planta para exportar GNL.
En ese sentido afirmó que “lo que nos preguntamos nunca es por el costo ambiental. No está en los debes y haberes. Nosotros estamos totalmente en contra que continúe creciendo este muro negro, y que cada vez se pone más oscuro. Nos han alejado más y más de las reservas naturales”.
Siguiendo esa idea, aseveró que “la realidad es que nosotros vemos cómo está la región y un poco quisimos desnaturalizar esta idea de que tener un polo petroquímico y un puerto petrolero ha mejorado la vida de los bahienses. La realidad demuestra lo contrario”.
Continuando con sus argumentos explicó que “hay una gran cantidad de personas que no tienen gas y estamos dentro de la provincia como la primera ciudad en caso de intoxicación por monóxido de carbono. El gas lo quieren traer para llevarlo al exterior. No es para nosotros. Dónde está el beneficio”.
Agregando que “los datos del Conicet hablan de los niños que pasan más de un día sin comer. De qué progreso estamos hablando. No se cumple lo de la mejora, sino que además hay una condena donde se probó el daño ambiental. Somos más pobres y estamos más contaminados”.
En esa línea se preguntó “a qué costo dan trabajo. Es un costo muy alto para el resto. Hablan de que 61 mil personas viven de la petroquímica, pero no son contratos temporales por un corto periodo de tiempo”.
Por último subrayó que “en 10 años aumentaron un 8% los empleados, mientras que Bahía aumentó un 11% su población. Mientras que el valor de los productos que elabora la petroquímica en 2015 estaba valuado en 500 millones de dólares, y para el 2021 había subido a 4500 millones. La gran diferencia entre lo que obtienen y lo que dan. No están dando nada”.