Y si hablamos de caminos a recorrer, desde el punto de vista literal, para una familia tipo, el vehículo particular es una herramienta que permite acortar distancias entre el lugar de residencia y el punto seleccionado para disfrutar de una o varias jornadas del verano, siempre emparentadas con las vacaciones, en esta oportunidad atravesada por el contexto de los protocolos, distanciamiento social y uso de tapabocas.
En este informe, la premisa de La Brújula 24 será no solo conocer de qué modo se materializó el mantenimiento de las unidades, rodeado de contingencias en especial en los primeros meses a partir de la llegada del coronavirus, sino también intentar teorizar qué se puede esperar para los meses de calor, donde sea realizar “una escapadita” o un viaje más extenso para pasar un tiempo más prolongado lejos de casa será toda una decisión, mucho más difícil de tomar, aunque muchos lo definirán sobre la marcha.
La VTV, un trámite pendiente
Uno de los requisitos que los bahienses adquirieron antes de planificar un viaje está íntimamente emparentado con tener la Verificación Técnica Vehicular al día, como una condición casi innegociable. Claro que para sortear dicho trámite se necesita tener el auto o la camioneta en condiciones de salir a la ruta.
Este año la planta bahiense permaneció cerrada hasta que se comenzó a flexibilizar la atención, más allá de que para las unidades esenciales no dejó de prestar servicio. El dato que surge asegura que en la comparación interanual, en lo que va de noviembre hubo un 40% menos de rodados acudiendo al predio ubicado en Sesquicentenario.
Incluso, como pocas veces en la historia, la obtención de un turno se puede tramitar de un día para el otro, lo que evidentemente marca que el parque automotor lejos está de actualizar sus obleas en el parabrisas. Y ese aspecto ocasiona inquietud entre las autoridades porque, un auto sin verificar eleva el potencial riesgo en las rutas.
Desde la VTV local son optimistas en función de “un aluvión” que podría registrarse en las últimas semanas, cuando varios automovilistas decidan sin demasiada planificación emprender un paseo por algún distrito de, por ejemplo, la Costa Atlántica. Además, la prórroga en los vencimientos por lo que fueron los meses de cuarentena permiten cierta especulación de los usuarios. Y los valores (ver recuadro), sumado a que para transitar en la ciudad no es requerida en los operativos, también relajaron la situación.
Otro número a evaluar es que casi un 75% de los vehículos salen airosos en la primera inspección, sin necesidad de regresar. No obstante, fuentes consultadas por la redacción de este diario digital mencionaron que la falta más recurrente que se observa radica en el sistema de freno y en las luces de las unidades, infracción que impide retirarse con la VTV aprobada.
Compra online: viento de cola para la electricidad del automotor
En lo que respecta a electricidad del automotor, se logró sostener la actividad a raíz de que se acercaron clientes que tenían sus ahorros para gastarlos en determinada finalidad y, al verse impedidos de utilizar ese dinero en lo que habían planificado a principios de año, invirtieron en reparaciones que tenían pensado postergar para más adelante.
Un beneficio colateral para mi y algunos colegas fue el boom de la logística, gracias a la irrupción de Mercado Libre o correos en cuarentena que sacaron a la calle sus camionetas de reparto. “Empecé a notar que se acercaban a mi taller furgoncitos que estaban exceptuados por el decreto presidencial. La venta virtual generó un desgaste en las unidades que fue absorbido por los mecánicos”, explicó Javier Moscoloni, dueño del taller ubicado en Falucho al 100.
“La reapartura de la VTV para no esenciales cuando se fue flexibilizando la cuarentena potenció a nuestro rubro”
“También nos favoreció, aunque en menor medida, el hecho de que los chicos no vayan a la escuela, que las familias no salgan a comer afuera o ni siquiera festejen un cumpleaños. Ese dinero ahorrado por un lado, se erogó en poner a punto el auto”, añadió Moscoloni, quien logró salir airoso de los momentos más críticos del año. “Los pasé sin pena ni gloria”, resumió.
Repuestos: sobran los presupuestos y falta el stock
Los repuestos suelen ser un engranaje indispensable al momento de pensar en el mantenimiento automotor. En este ítem entran en juego múltiples variables, aunque en líneas generales, existe un cierto conformismo en el rubro a nivel local, teniendo en cuenta que lograron surfear la ola, independientemente de los vaivenes de la economía.
“Si bien los primeros meses hubo algo de incertidumbre, con el correr de las semanas se fue normalizando la situación y el rubro en particular ha sido privilegiado. Más allá de esto, sería necio negar que abunden las consultas, porque la gente busca precios a sabiendas de la volatilidad del dólar”, explicó Juan Pablo Urra, titular de un comercio del sector ubicado en Don Bosco al 1000.
“Hoy, es indispensable ofrecer financiación porque el bolsillo de los clientes está golpeado”
Y ahondando en ese concepto, Urra explicó que “la oscilación en la cotización de la moneda estadounidense provoca miedo en quienes tienen que afrontar la compra de un repuesto y apunta a extender los plazos de pago, algo que no va de la mano con los intereses. Se hacen muchísimos más presupuestos que el año pasado y el porcentaje de operaciones no es malo, tomando en cuenta este aspecto”.
“Actualmente, el principal problema surge con la falta de mercadería, donde hay marcas específicas que no entregan stock. Los proveedores nos mencionan que hay fábricas nacionales y brasileras que continúan cerradas y eso juega en contra. Hoy no es tan sencillo conseguir variedad de filtros, embragues y a eso hay que adosarle que la gente apela a adquirir un producto de menor calidad, acorde a las posibilidades del bolsillo”, finalizó.
«El panorama es por demás incierto»
Por último, otra visita anual prácticamente inevitable para los dueños de vehículos es la ligada a la puesta a punto, a partir de la alineación, balanceo y rotación de cubiertas, una necesidad imperiosa para evitar sobresaltos (y accidentes) en ruta donde se desarrollan velocidades más elevadas que en la ciudad.
Mauro Rapponi es uno de los encargados de la tradicional firma Álvarez Neumáticos. En diálogo con este medio trazó un panorama de lo que han sido estos ocho meses tan inéditos como estresantes, donde fue imperioso agudizar el ingenio para generar las condiciones que, como objetivo de mínima, mantengan en un nivel aceptable la rentabilidad.
“Los primeros tres o cuatro meses nos sirvieron para prepararnos para una reactivación que tímidamente comenzó a darse a partir de mitad de año, con protocolos muy estrictos que garantizan la seguridad, no solo de nuestros clientes, sino también del personal”, rompió el hielo Rapponi, poniendo el foco en la sanitización de los vehículos.
Una de las inquietudes que se imponía era saber si hubo una caída en relación no solo con el service cada 10 mil kilómetros o la adquisición de cubiertas nueva para reemplazar a aquellas que ya no presentan el dibujo con nitidez: “Hay dos grupos de clientes, el primero compuesto por aquellas personas que no pueden encarar ningún trabajo específico y una brecha muy grande que te lleva directamente a quienes cuentan con un poder adquisitivo mediano o alto”.
“Por un lado aún rige el impedimento para circular libremente por las provincias del país. Paralelamente, las restricciones para ahorrar en dólares, nos dieron un guiño porque ante la amenaza de la devaluación del peso, se deshizo de ese dinero, invirtiendo en nuestros servicios”, recalcó.
“Una de las claves pasó por hacerle entender a la gente que a la corta o a la larga iba a tener que destinar el dinero para mantener su vehículo”
Y cerró destacando que las ventas no estuvieron en los mismos volúmenes de años anteriores: “Más allá de eso, creemos que la demanda va a crecer moderadamente, independientemente de las dudas que le surgen a las familias al momento de decidir si salen o no de vacaciones. El panorama es por demás incierto”.