El encargado de la delegación Julio Baamonde, en todo de ¿despedida? reconoció la tarea de los empleados municipales que llevaron adelante el letrado en el ingreso a la ciudad. “Es parte del laburo ahora parquizar todo esto” agregó.
El acceso a Sierra de la Ventana ya tiene un distintivo monumento, en donde a través de letras de hormigón puede leerse el nombre de la localidad.
Al respecto Julio Baamonde, quien estaría próximo a despedirse de esa función, afirmó que “quedó hermoso. Trabajaron muchísimo. Acá no había nada. Un tremendo trabajo se mandaron los chicos. Es parte del laburo parquizar todo esto”.
En tanto que el capataz de Servicios Urbanos, José Luis Ibarra, no dudó en sostener que “tengo un plantel de 25 chicos que son para sacarse el sombrero porque sacan el pueblo adelante. Muy agradecido por lo que hacen. Son un orgullo”.
Por su parte Braian Balbiano y Sergio Portela agregaron que “nos llevó varios meses, entre idas y vueltas, desde el primer pocito, a lo hermoso que quedó ahora. Los chicos hicieron un trabajo a conciencia, pese a las inclemencias del tiempo. Y a parte hubo trabajos en el medio”.
Sumando además que “los moldes de las letras las hizo Hugo Polvara en su taller. A medida que llegaban al corralón, íbamos preparando el material, llenando y dejándolo fraguar. En total fueron 17 letras. Una vez que tuvimos todo se comenzó la obra acá; con el zanjeo, el llenado, el encofrado”.
Dando detalles de la obra, afirmaron que “son todas letras de hormigón elaborado que tienen 10 cm de espesor y un metro diez de alto. Son muy pesadas. Había que ponerlas de a una, nivelar, alinear… fue un laburito lindo”.
Por último Daniel Santini acotó que “acá hacía falta sentido común y predisposición. Yo tuve que averiguar. Hice varias letras de prueba. Llamé a varios amigos para consultar. Era un poco de curiosidad, de aprender y ponerle el pecho a las balas”.