La iniciativa reglamentada por el Decreto 266/2022 crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) para controlar la producción y el uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y sus productos derivados.
El Gobierno formalizó este jueves la promulgación de la Ley 27.669, que establece el marco regulatorio de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, a través del Decreto 266/2022 publicado en el Boletín Oficial.
La ley, cuya promulgación había sido anunciada el martes 24 de mayo por el presidente Alberto Fernández, crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) que en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo será «el organismo competente para reglar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados».
El marco regulatorio abarca a «la cadena de producción y comercialización nacional o con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial; promoviendo así el desarrollo nacional de la cadena productiva sectorial», indica la ley en su primer artículo.
La Aricamme tendrá la función de regular «la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición, por cualquier título de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales».
Asimismo, tendrá a su cargo «la regulación y fiscalización de la actividad productiva de la industria del cannabis, su comercialización y distribución, para uso medicinal e industrial en el territorio nacional, en todo lo referente al registro, control y trazabilidad de semillas, insumos críticos y productos derivados del cannabis, en el marco de un proceso industrial debidamente autorizado y habilitado».
El Instituto Nacional de Semillas (Inase) dictará las normas complementarias que permitan la trazabilidad de los productos vegetales.
Por último, se crea el Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal que estará constituido por un representante de la Nación y uno por cada provincia y la ciudad de Buenos Aires, quienes cumplirán funciones de manera honoraria.
En el acto llevado a cabo el martes en Casa Rosada, Fernández afirmó que la ley «es un paso en el acceso al derecho a la salud» y, a la vez, «un triunfo de la sociedad contra la hipocresía».
«El cannabis era para gran parte de la sociedad una palabra prohibida; pero las voces de unas madres llamaron la atención de muchos: podían resolver los problemas de la gente», aseguró el primer mandatario, quien agregó que con esta nueva ley se podrá «ayudar a resolver la salud de mucha gente que lo necesita y que probó que esos medicamentos le sirven y hacen más llevaderas sus vidas».
El aporte de la ciencia
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, sostuvo este jueves se proyectan “US$ 50 millones de exportación en pocos años y más de US$ 500 millones de producción nacional” como consecuencia de la ley de cannabis medicinal y cáñamo industrial.
Aseguró a Radio 10 que “Argentina va a ser un gran jugador internacional en un mercado hoy dominado por Israel, Estados Unidos y Canadá”, y afirmó que “se calculan US$ 50 millones de exportación en pocos años y más de US$ 500 millones de producción nacional».
Además, destacó que esta ley demandará el aporte de la ciencia «porque esto implica investigación y desarrollo de productos».
Asimismo, destacó que se trata de una ley que tiene una doble función: «por un lado, relativa a la salud, ya que hay evidencia empírica, científica de que el cannabis ayuda en diferentes enfermedades; y por otro lado, desde el punto de vista productivo se proyectan no menos de 10.000 puestos de trabajo».
En esa línea, explicó que en muchas provincias «existen experiencias muy importantes con emprendimientos de autocultivos».
También indicó que «el ministerio de Salud, el de Producción y el de Ciencia están trabajando en conjunto en esta dirección», y destacó la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo.