Carta de lectores: Hace tiempo que vengo observando el avance del discurso xenófobo en los debates públicos a nivel nacional.
Esto me genera mucha preocupación y tristeza.
Como una nación que supo albergar a miles de inmigrantes proveniente de muchos rincones del mundo, hoy lamentablemente se replantean pilares que para mí son digno de admirar.
Estoy hablando básicamente del derecho fundamental a la salud.
Argentina es un país que creció y crece con el sudor de muchos inmigrantes.
Ellos, por diferentes motivos, han elegido a nuestro país como un lugar loable para darles una mejor calidad de vida a sus familias.
Conviven pacíficamente con nosotros, trabajan arduamente, se relacionan con respeto.
La verdad que es fácil atacar a este sector, genera polémica, fervor nacionalista y reacciones de diferente tipos.
Una muy buena cortina de humo en momentos de crisis.. ¡¡Que peligroso!!
“Se vienen a atender acá y se van”, “Nos roban”, “No es para nada equitativo” “A nosotros no nos atienden gratis en su país” son algunos de los argumentos que se escuchan a diario.
Ahora me pregunto… ¿Y el humanismo?, ¿No son humanos como nosotros al fin y al cabo?, ¿Qué tipo de mundo tendríamos si cada país niega un derecho fundamental como la salud a una persona que lo necesita?
Hay muchas cosas por realizar en nuestro país, muchas por mejorar y otras tantas por cambiar… Pero si de algo me siento orgulloso como argentino, es de nuestros pilares de “Educación y Salud Pública”.
Por eso, desde mi pequeño lugar como vecino, invito a reflexionar que tipo de país queremos.
El nacionalismo sólo trajo millones de muertes a nivel mundial, y Argentina no está exenta para nada de este mal.
Seamos humanistas, solidarios y compasivos con aquellos que buscan como nosotros un futuro mejor.
Son más las similitudes que las diferencias, que tanto tratan de remarcar.
No se dejen engañar por este tipo de discursos, seamos el cambio que queremos ver en el mundo.
Darian Barragan