Desde esa fecha la aplicación utilizará una nueva política de privacidad que vuelve al modelo de intercambio de datos de usuarios con Facebook. Sin embargo, no bloqueará el uso para quienes no acepten las condiciones pero sí limitará el servicio.Por Melisa Avolio – Telam
En enero pasado, WhatsApp postergó al 15 de mayo sus planes para limitar las cuentas de usuarios que no aceptaran los cambios sobre su nueva política de privacidad, tras un intento fallido de hacerlo el 8 de febrero.
La postergación obedeció a una ola de críticas que despertó el anuncio original no solo porque era confuso a nivel comunicacional sino ,y fundamentalmente, porque no tenía opción al rechazo por parte de los usuarios. Si las personas querían seguir usando WhatsApp, tenían que elegir “aceptar”.
Tras el anuncio, hubo un incremento en las descargas de otras aplicaciones de mensajería: Telegram sumó 25 millones de usuarios en solo 72 horas, según confirmó su fundador Pável Dúrov. En tanto que Signal tuvo más de 7.5 millones de descargas, mientras que las de WhatsApp cayeron alrededor de un 11% durante la primera semana de enero (en comparación con la semana anterior), según el reporte de Sensor Tower.
Ante ese escenario, y la confusión generalizada, WhatsApp se encargó de reiterar en sus redes qué iba a cambiar y qué no con su reciente actualización, enfatizando en que ni esa app ni Facebook pueden ni podrán ver el contenido de los mensajes porque están protegidos por el cifrado de extremo a extremo.
¿Qué va a pasar el 15 de mayo entonces? La actualización de la política de privacidad sigue vigente, pero por ahora no habrá limitaciones o eliminaciones de cuentas de usuarios que no elijan “aceptar”. Se trata en definitiva de otra postergación que asumirá una nueva forma: “Luego de haberles brindado más tiempo a todos para revisar esta información, seguimos recordándoles a aquellas personas que todavía no tuvieron la oportunidad de hacerlo para que la revisen y acepten los cambios. Después de varias semanas, el recordatorio pasará a ser persistente”, resumió la empresa.
La nueva política de privacidad vuelve al modelo de intercambio de datos de usuarios entre Facebook y WhatsApp, que tuvo un primer antecedente en 2016, enfocado esta vez en su versión Business (destinado a empresas) y la publicidad.
Las empresas que usan WhatsApp Business para comunicarse con sus clientes, especialmente las de gran tamaño y que reciben muchas consultas, pueden usar ahora los servicios de alojamiento de Facebook (como proveedor de tecnología), los cuales brindan una “estructura más segura” para administrar chats, según la red social.
Cuando las personas decidan comunicarse con este tipo de empresas -que usan el servicio de alojamiento de Facebook- van a ver una etiqueta que identificará el caso, y si quieren bloquear o eliminar ese contacto (como se puede hacer con cualquier contacto).
La novedad principal entonces es que las empresas que usen el alojamiento de Facebook podrán usar las conversaciones que reciben para sus propios propósitos de marketing: “Ya sea que te comuniques con una empresa por teléfono, correo electrónico o WhatsApp, esta empresa puede ver la información que le estás compartiendo y utilizarla para sus propios fines de marketing, los cuales podrían incluir el uso de publicidad en Facebook”, explicó la aplicación de mensajería.
Los datos que Facebook suele compartir con WhatsApp cuando usan sus servicios, más allá de esta nueva política de privacidad, son: número de teléfono que la persona verificó cuando se registró en WhatsApp; algunos datos del dispositivo (versión del sistema operativo y de la aplicación, información sobre la plataforma, código de país y de red); además de algunos datos sobre el uso (cuándo se usó WhatsApp por última vez, la fecha en la que se registró la cuenta, la frecuencia con la que se utilizan las funciones y el uso que se le da), según informa su blog oficial.
Asimismo, en la nueva política de privacidad se indica que Facebook va a poder “usar la información de cómo” las personas interactúan con anuncios que tengan un botón para enviarle un mensaje de WhatsApp a una empresa, con el objetivo de “personalizar” los anuncios en esa red social.
Lo que se mantiene igual es la seguridad que ofrece el cifrado de extremo a extremo sobre el contenido de los chats: “Ni WhatsApp ni Facebook pueden ver el contenido que compartes con familiares y amigos, incluidos tus mensajes y llamadas personales, los archivos que compartes y las ubicaciones que envías”.
Aquí se puede ver algunos detalles más de la política de privacidad y también acceder a un informe para descargar información y configuración sobre nuestra cuenta de WhatsApp.
“Pasamos los últimos meses proporcionando más información acerca de nuestra actualización a los usuarios alrededor del mundo. Durante este tiempo, la mayoría de las personas que han recibido la actualización la han aceptado, y WhatsApp continúa creciendo”, explicó a Télam un vocero de WhatsApp.
Sin embargo -continuó-, “para aquellos que aún no han tenido oportunidad de aceptar la actualización, sus cuentas no serán eliminadas ni perderán funcionalidad el 15 de mayo. Continuaremos ofreciendo recordatorios para estos usuarios dentro de WhatsApp en las próximas semanas”.
“Después de varias semanas, el recordatorio pasará a ser persistente”, completó WhatsApp.
La empresa de mensajería señaló que a partir de recibir un “recordatorio persistente”, las personas tendrán “acceso limitado a las funciones de WhatsApp hasta que acepten las actualizaciones”, y aclaró que “esto no les sucederá a todos los usuarios al mismo tiempo”.
El acceso limitado implica que los usuarios no podrán “acceder a su lista de chats, pero sí podrán responder llamadas y videollamadas”.
Si tienen activadas las notificaciones, podrán tocarlas para leer o responder mensajes, así como para devolver llamadas o videollamadas perdidas.
En tanto que “después de unas pocas semanas de funcionalidad limitada”, quienes hayan recibido el recordatorio persistente “no podrán recibir llamadas ni notificaciones, y WhatsApp dejará de enviar mensajes y llamadas a sus teléfonos”.
En síntesis, si las personas no aceptan la actualización “WhatsApp no eliminará su cuenta” (la política, más allá de esta actualización, es eliminar cuentas “que estén inactivas por más de 120 días”), pero tendrán en lo sucesivo un servicio limitado que volverá a WhatsApp casi sin sentido en cuanto a su función de aplicación de mensajería.
Consultado por Télam sobre si esta actualización también corre para los usuarios de Europa o tiene alguna modificación por la normativa de protección de datos GDPR, el vocero de WhatsApp respondió que “la actualización de la política de privacidad es global y aplica en todos los países en los que WhatsApp opera, incluyendo la Unión Europea”.
“Estamos sujetos a diferentes reglas y obligaciones alrededor del mundo, incluso en la Unión Europea. Respetamos las leyes globales y protegemos la privacidad de todos los usuarios”, completó.
Johannes Caspar, responsable de protección de datos en Hamburgo, la ciudad donde Facebook tiene su sede en Alemania, emitió esta semana una orden que prohíbe a Facebook procesar los datos de WhatsApp de los usuarios alemanes (que suman alrededor de 60 millones).
De acuerdo con medios alemanes, un vocero de la empresa cuestionó la orden de Hamburgo porque está “fundamentada en un malentendido básico sobre los objetivos y efectos de la actualización de WhatsApp y no tiene base legítima”.
El Consorcio Al sur -compuesto por once organizaciones de la sociedad civil y del ámbito académico sobre los derechos humanos en el entorno digital de la región- se manifestó sobre la nueva política de datos de WhatsApp a través de un comunicado público, al cual suscribieron otras fundaciones y organizaciones.
En una de sus partes, indica que la nueva actualización “si bien no profundiza el acceso a datos y metadatos que Facebook ya tiene sobre WhatsApp desde 2016, lo que hace es consolidar este modelo y aún empeora la situación permitiendo la integración de datos por medio de nuevos servicios de e-commerce para continuar la expansión del negocio y dominación global de Facebook a nuevos campos”.
Asimismo, plantea la situación particular de la región: “Tanto en América Latina como en otras regiones del Sur Global, las leyes de protección de datos personales carecen de suficiente actualización o fuerza de las autoridades encargadas de su supervisión. Esto genera un desbalance con las protecciones que la actualización de los términos de uso y política de privacidad de WhatsApp sí ofrecen a las usuarias de la Unión Europea protegidas por el GDPR”.
El consorcio indica que existe un problema porque se trata de un “consentimiento forzado” y alarma sobre la persistencia de “una falta de una base legal para el intercambio de datos que ya existía en 2016”.
En el comunicado, que puede consultarse completo aquí: el consorcio solicita a Facebook y autoridades locales algunos pedidos tales como que: si se sigue adelante con los cambios anunciados, “WhatsApp conceda la alternativa de que las usuarias puedan voluntariamente rechazar dichas modificaciones a la política de privacidad, sin por ello queden impedidas de acceder a los servicios de Whatsapp”. Asimismo, se pide que “se disponga la suspensión inmediata de la integración de datos entre WhatsApp y otras empresas del grupo Facebook”.