Un equipo compuesto por investigadores de Argentina, Inglaterra y Alemania logró reconstruir el cráneo de un pequeño dinosaurio que habitó en la región patagonia hace 170 millones de años.
El trabajo se realizó en restos encontrados en el actual territorio del Chubut, en buen estado de conservación y fue publicado por la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology, según informó en su página oficial el Museo Egidio Feruglio, con sede en la ciudad chubutense de Trelew.
El fósil objeto del análisis fue la anatomía del cráneo de la especie «Manidens condorensis», un pequeño dinosaurio ornitisquio que vivió hace 170 millones de años en lo que hoy es la provincia del Chubut.
La investigación se realizó a partir de micro-tomografías computadas que dieron paso a la reconstrucción digital en formato tridimensional que, por su calidad, se ubica en una de las descripciones más completas que se han realizado en cráneos de dinosaurios.
La publicación del MEF recoge la opinión de doctor en Ciencias Biológicas y Licenciado en Paleontología Marcos Gabriel Becerra, investigador de CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Córdoba y líder del trabajo que estudió en profundidad al ejemplar de Manidens.
«Tenemos uno de los cráneos más completos que se conocen dentro de los heterodontosáuridos, un linaje de pequeños dinosaurios ornitisquios, cuya dentición con colmillos grandes y hocicos largos, recuerda más a los cánidos y otros mamíferos, que a los dinosaurios», describió Becerra.
La extracción de la roca mediante separación mecánica se realizó en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew y permitió conocer muchos detalles de la superficie.
«Si bien la preservación del fósil es muy buena, muchos de los huesos del cráneo se encuentran desarticulados formando bloques compactos de huesos solapados y por su tamaño pequeño y la fragilidad de los fósiles, no se podía aislar mecánicamente por lo que se recurrió a tomografías computadas que facilitaron la reconstrucción», explicó Becerra.
Las micro-tomografías que se practicaron en Alemania permitieron diferenciar los componentes de los restos sin dañarlos y así identificaron que tenían «más del 80% del cráneo de esta especie», dijo el especialista.
De esta forma, se pudieron ver por primera vez todos los huesos separados para su descripción, lo que permite identificar las zonas de contacto que tienen los huesos entre sí, descubrir lugares de inserción muscular y finalmente reconstruir la musculatura de la mandíbula.
«Obtenidos estos elementos, logramos plantear hipótesis sobre la biomecánica craneal, con la esperanza de contribuir con el conocimiento morfológico de la especie, y formular hipótesis acerca de los hábitos alimenticios de Manidens, una especie con dentición muy particular respecto a otros dinosaurios», completa el informe.
Además de Becerra, trabajaron en el estudio Diego Pol (Conicet-MEF), Laura B. Porro (University College London, Reino Unido), Ariana Paulina-Carabajal (UNCo-CONICET) y Oliver W.M. Rauhut (Ludwig-Maximilians-Universität, Alemania). Télam – Foto ilustrativa