Bajo el lema “si podemos soñarlo, podemos hacerlo”, dos ciclistas europeos iniciaron una aventura que comenzó en Asia y se extendió por Europa, África y el continente Americano.
La travesía sobre dos ruedas que emprendieron juntos Evelin Heuschereck (Italia) y Aitor Galdos (País Vasco) durante 2011, hizo que recorrieran diferentes países y conocieran distintas costumbres que marcan a fuego el recuerdo de ambos.
Los miles de kilómetros transitados juntos por distintos continentes los llevaron a pasar por Tornquist, donde hicieron un stop and go! para reparar los frenos de la bici de Aitor en el local de Cicles Rodríguez.
“Son cosas que pasan. Es el desgaste normal que sufren los componentes de la bici después de tantos kilómetros recorridos”, aseguró Aitor mientras Marcos (empleado de la bicicletería) reemplazaba los frenos traseros.
La historia de Aitor junto a su bici se remonta a febrero de 2009 cuando dejó su trabajo de logística que desarrollaba en una empresa e inició su recorrida por el mundo junto a un amigo desde El Cairo (Egipto) y con la intención de comenzar el sueño de “vivir como nómades, pedalear a través de un continente conociendo diferentes culturas, pueblos, gente, paisajes y dando tiempo al tiempo para que sucedan las cosas”.
Con el tiempo, Aitor continuó solo la travesía europea hasta que en junio de 2011, conoció a una joven aventurera italiana (Evelin) que había iniciado una historia similar para recorrer el mundo pero sin una bicicleta.
“Aitor lleva más años recorriendo el mundo en bici y yo me sumé hace un tiempo atrás para poder conocer y disfrutar de lugares maravillosos. Siria, Libia, todo el Oriente Medio, Asia Central, China, Nueva Zelanda y Australia fueron los primeros sitios que empezó a recorrer Aitor”, manifestó Evelin.
“Nos conocimos en un pueblito de Camboya y desde ese momento iniciamos una aventura que nos permitió conocer Vietnam, China, Tibet, Mongolia, Japón y desde allí hasta Alaska”, recordó la joven italiana, la cual confesó que “un día decidí dejar mi trabajo de administrativa porque sentí que la vida me pedía otra cosa y por eso decidí buscarlo”.
Por su parte, Aitor remarcó que la experiencia de pedalear con el solo hecho de recorrer el mundo sin tiempo, ni distancias y poder compartirlo junto a Evelin, representa una sensación única.
“La convivencia es muy buena y hace varios años que compartimos la misma pasión. Llevamos una vida muy tranquila, tratamos de evitar carreteras y buscamos la seguridad de los caminos de tierra. La preocupación es qué vamos a comer y dónde vamos a dormir”, expresó Aitor.
“Uno de los objetivos que tenemos ahora en nuestra travesía por el continente es tratar de llegar a Ushuaia antes de fin de año. En este tramo estamos más programados para llegar a ese destino, sino lo manejamos de acuerdo a nuestro interés de poder disfrutar más de algunos lugares o paisajes que son maravillosos”, agregó.
Asimismo, Aitor recordó que llevaba una vida estresante y por eso eligió vivir una vida más pausada y tranquila.
“No tenemos un objetivo a futuro, solo queremos disfrutar de la vida desde una bicicleta y luego veremos que sucede. Seguramente, esto terminará cuando no sintamos más esa motivación de levantarnos y seguir pedaleando”, aseveró.
“Cuando lleguemos a Ushuaia decidiremos si volvemos a casa o bien elegiremos otros destinos por descubrir y conocer”, mencionó.
CULTURA. El camino realizado por distintos países y culturas, les permitió a Evelin y Aitor generar distintos vínculos con personas que se fueron cruzando en su camino.
“El trato de la gente para con nosotros a sido lo más bonito del viaje y no hemos tenido ninguna mala experiencia. Paisajes hermosos hay en distintos lugares del mundo pero la conexión que logramos con las personas fue genial”, resaltó Evelin y añadió que “Argentina es un país hermoso y con gente súper hospitalaria”.
“Nosotros solemos pasar la noche en hogares de familia, parroquias, municipalidades, gimnasios, garages, galpones y plazas, entre otros. La buena voluntad de la gente hace posible nuestro viaje”, coincidieron en afirmar.
FAMILIA. El extenso camino recorrido, hace que siempre busquen –a través de las redes sociales- mantenerse en contacto con sus familias para que conozcan sobre su paradero.
PAISES RECORRIDOS. Egipto, Jordania, Siria, Líbano, Kurdistán, Georgia, Azerbayán, Uzbekistán, Tadjikistán, Kirguistán, Xinjiang(China), Pakistán, India, Nepal, Tailandia1, Camboya, Laos, Tailandia, Malasia, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia, Vietnam, China-Tibet oriental, Mongolia, Corea y Japón, Alaska-Canadá, Estados Unidos, México, Centroamérica, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.