Tras los dichos del jefe comunal sobre la falta de participación por parte de los habitantes de Sierra de la Ventana en las distintas instituciones, fueron varias las personas que dejaron su comentario al respecto.
Las sentidas palabras de Sergio Bordoni no cayeron en saco roto. Por el contrario, fueron varios a los cuales les movió fibras íntimas y de inmediato interpelaron ese pedido del intendente en cuanto a mayor participación.
Una de las que se expresó fue la ex concejal Adriana Mulvihill, la cual afirmó: “estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo el intendente, en el sentido que no hay participación. También reconozco, porque tuve negocio, vivís todo el año de eso y muchas veces no podes cerrar. Pero hay que hacer el esfuerzo”.
En esa línea contó que “en todo momento Sierra tuvo más cantidad de gente del pueblo compartiendo, y hoy no se da. La ciudad crece por sí sola, por el boca en boca, porque le gustó el lugar. Tenemos que llegar, no te digo un Monte Hermoso, pero que participe más”.
Por último, y a modo de reflexión comentó que “no es que a la gente no le importa. Pasa por otro lugar. A veces es la comodidad o como le quieran llamar. Pero estoy de acuerdo en que tenemos que tener más participación. Representa a toda la comarca”.
Otra de las que habló fue Sandra Kifer quien se puso en la otra vereda y reconoció que “la gente está cansada, agobiada… es un año donde todos tenemos muchos problemas. El que puede está trabajando, y es un horario complicado para asistir. Habría que repensar el día. Estuvimos en Tres Picos y el festejo se hizo un sábado a las 18:30 y asistió toda la gente”.
De todas maneras admitió que “es verdad que cuesta conseguir la gente para armar comisiones. Nos ha pasado en la Escuela N° 6 donde tuvimos que hacer una nueva convocatoria y no lográbamos conseguir el número para hacer la asamblea. Hay un descrédito y un desánimo de la gente que hay que empezar a entusiasmarlo con buenas acciones, y ver de qué manera contagiamos esas ganas de participar”.
En tanto que consultada sobre la ausencia notoria de gente entre los 20 y 40 años, entendió que “los jóvenes se van a estudiar a otros lugares y por eso no hay muchos chicos permanentemente. Y después, una vez que uno está en la etapa plena y productiva, y más con los problemas que hay hoy, piensan en sacar adelante a su familia, su negocio, por ahí tienen que trabajar muchas horas y no pueden destinar tiempo a las otras acciones”.