Una mujer de 38 años, que no estaba vacunada y presentaba comorbilidades, se convirtió en la segunda víctima fatal de la variante Delta en la ciudad de Córdoba. Era contacto estrecho del hombre que había regresado de Perú, no hizo la cuarentena, se convirtió en el denominado “paciente cero” de la cepa y murió ayer.
La noticia fue confirmada a CNN Radio por Miguel Díaz, director del Hospital Rawson, quien precisó que la mujer estaba internada desde hacía dos semanas por una neumonía bilateral con asistencia respiratoria mecánica.
“Había una segunda paciente internada del mismo grupo que había recibido vacuna, que se fue de alta, y la tercera persona permanecía con respirador, pero acaba de fallecer”, dijo Díaz.
El “paciente cero”, de nacionalidad peruana, había llegado a la Argentina el 19 de julio procedente de la ciudad de Lima. En el control habitual dentro del Aeroparque Jorge Newbery se realizó un test de Covid-19, cuyo resultado fue negativo.
Sin embargo, cuando se realizó un nuevo test, el 26 de julio para poder recibir el alta y, una vez cumplido el protocolo de aislamiento por regreso del exterior correspondiente, el resultado del análisis fue positivo.
Así, las autoridades sanitarias cordobesas pudieron constatar que incluso el hombre no había cumplido con la semana de aislamiento obligatorio y que había estado en contacto con familiares y amigos. Se presume que, incluso, habría que concurrido a un restaurante y a centros de compras durante el período en el que tendría que haber estado aislado y puso en riesgo a unas 1.000 personas.
Días después empezó con síntomas y fue hospitalizado en ese mismo centro de salud el 31 de agosto como consecuencia de una neumonía bilateral grave de la que no pudo recuperarse. El hombre pasó tres semanas con asistencia de respirador mecánico y padeció una arritmia que le provocó un paro cardiorrespiratorio irreversible.
Se estima que, por el momento, unas 60 personas se contagiaron en Córdoba con la variante Delta a raíz de los contactos producidos por este “paciente cero”. Hasta mediados de agosto, se habían llegado a aislar más de 1.000 personas, producto de los contactos ocasionados por ese hombre.
El viernes 30 de julio cinco personas habían sido imputadas y detenidas por no respetar las medidas de aislamiento y propagar la variante Delta en Córdoba: una de ellas era el hombre de 62 años, quien junto a otro ciudadano peruano había sido imputado por el artículo 205 del Código Civil que refiere a la violación de las restricciones. Sobre los otros tres imputados, todos argentinos y residentes en Córdoba, correspondía el artículo 202 en referencia a la propagación del virus. La Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (UFES) determinó que las cuatro personas permanecieran detenidas en hoteles a efectos de su aislamiento. Fueron liberadas hace cinco días pero seguirán siendo investigadas.
Gabriela Barbás, secretara de Promoción y Prevención de salud de Córdoba, había advertido que todos los casos positivos de la Delta detectados en Córdoba estuvieron relacionados al caso inicial de este viajero. “El 100 por ciento de los casos, todos tienen nexo. Después de tres o cuatro días y viendo la cantidad de muestras que se estudiaron, uno podría decir que se puede contener lo que es un ‘clúster familiar’”, afirmó la empleada de la cartera sanitaria cordobesa.
Fuente INFOBAE