El abogado Leandro Picardi explicó esta semana las posibilidades de resarcimiento económico ante hechos de violencia. “A lo largo de los años el sistema ha cambiado y ahora es mucho más simple” reconoció.
El Dr. Leandro Picardi explicó esta semana los alcances de daños y perjuicios en hechos de violencia, incluso cuando ya hay sentencia firme tras una causa penal al respecto.
En relación a esto sostuvo que “lo que está más en boga es la violencia doméstica entre parejas y es lo que el estado ha tratado de preservar en el último tiempo, creando doctrina y jurisprudencia que amerite la posibilidad de que ante una demostración de lesiones o maltrato grave, se pueda requerir ante la justicia daños y perjuicios para la reparación”.
Según confirmó “en el estudio tenemos muchos juicios que tienen que ver con esta situación, y también con eventuales juicios donde fue declarado culpable, y con sentencia firme, vamos a la etapa de demanda, donde pedimos que componga ese daño o interés que fue menos cavado y que se recomponga con dinero”.
Y en esa línea mencionó que “sobre todo salta a la luz, o se convalida de alguna manera con los informes psicológicos y psiquiátricos que se hacen a la víctima y al victimario, donde desgraciadamente siempre existe un perfil claro que ha cometido este tipo de violencia, donde se reitera y se repite como nexo común entre todos ellos”.
En otro pasaje de la charla y consultado sobre el impacto positivo de las Oficinas de Género a través del Ministerio de las Mujeres a nivel provincial, el letrado enfatizó en que “sirve muchísimo y ayuda. Mi primer trabajo ad honorem en la profesión fue en una ONG abocada en eso, y me sirvió para comprender el ejercicio de la abogacía y tener una mirada empática con la víctima y el victimario. Entender que muchas veces son cuestiones de personalidad, de crianza, de patrones de conducta forjados por padres y abuelos”.
Dando una mirada positiva a todo esto subrayó que “a lo largo de los años todo el sistema ha cambiado, empezando por la creación de la comisaría de la mujer, las fiscalías de género y un montón de ONG que abarcan estos temas y buscan ayudar”.
Aunque de igual manera refirió que “desgraciadamente el daño moral se ve en todos los casos y a la persona la acompaña mucho más que el daño físico que pueda representar un ojo morado, una fisura… es mucho más grave, a excepción de casos extremos. En la mayoría de los casos no llegan a tanto, pero el daño moral sigue ahí”.
Por último agregó que “recomiendo que vayan a hacer la denuncia, y si es un hecho que requiera cierta prueba, los acompañamos nosotros. Hemos acompañado a muchísima gente, porque cuando es un hecho reciente están en estado de shock, entonces los asistimos”.