El Jefe del Distrito N° 19 de Vialidad Nacional, Gustavo Trankels, comentó las últimas habilitaciones que se dispusieron en la jornada de hoy. “La seguridad vial gana mucho” con estos avances.
Pese a la humedad, el frío y la niebla, no fue un día más en la actualización de traza dentro de la ruta nacional 33. Es que las obras avanzan y en la jornada de hoy el Jefe del Distrito N° 19 de Vialidad Nacional, Gustavo Trankels, oficializó la habilitación de un nuevo tramo, que deja en desuso uno de los sectores más complejos de transitar.
“Es un momento histórico para los que hemos transitado toda la vida esta ruta. Acabamos de desafectar tramos antiguos, principalmente la curva y contra curva de La Vitícola, habilitando una traza nueva, con otro ancho, otra geometría, y donde la seguridad vial gana mucho” comentó.
Dando un detalle más exacto, refirió que “es del kilómetro 17, pasando por atrás de La Vitícola, hasta el kilómetro 30, donde se empalma la ruta vieja. Se va haciendo de a tramos, para molestar lo menos posible el tránsito. Cada tramo viejo que se clausura, sirve para volcar allí la maquinaria, dándoles a todos mayor seguridad”.
De igual forma aclaró que “aún no se han habilitado las dobles manos. Por eso se habla de habilitación y no de inauguración. El año que viene si Dios quiere, esa traza vieja que hoy cerramos se habilitará con una nueva mano”.
Enmarcando históricamente la situación, Trankels recordó que “la ruta 33 es un diseño de la década del 60. Ahora se pasa a algo diseñado en el siglo 21 como autopista. Lo que se busca es un mayor ancho de calzada. Imaginen que pasamos de una ruta de 6 metros 50, a una de 7 metros 30, con banquinas pavimentadas de ambos lados; una interna de 50 centímetros y otra externa de dos metros y medio”.
Completando la información, resaltó que “se cambiaron los radios de giro de las curvas. Son menores. Eso permite que uno pueda desarrollar mayor velocidad con menor riesgo. Además como medidas de seguridad se incorporó los bordes vibrantes, que en días de poca visibilidad ayuda mucho. Al mismo tiempo en la carpeta se incorporó un polímero que soporta más los ahuellamientos”.
En otro pasaje de la charla confirmó que “los tramos de lomadas, principalmente del kilómetro 36 al 42, en esos sectores no solo cambiamos el giro y el peralte, sino en cuanto a las subidas y bajadas, se están mochando las lomas y rellenando los bajos. Eso hará que transitar por esos lugares no genere una pérdida tan grande de visibilidad. En seguridad vial es un avance notable”.
Haciendo un resumen, contó que “del kilómetro 17 a Bahía se utiliza la ruta vieja. A la par estamos construyendo la nueva. Hay 6 kilómetros prácticamente listos. Si logramos correr redes eléctricas, que ahora irán bajo tierra, solo quedarán a la vista las de alta tensión en el kilómetro 13. Así que una vez que terminemos vamos a habilitar hasta el kilómetro 11”.
“Y para el lado de Tornquist, del kilómetro 30 al 36 gran parte de la calzada nueva ya está construida. Una vez que terminemos con la cartelería y pintura, lo vamos a estar habilitando y se hará lo mismo que ahora ocurre con La Vitícola: poner el tránsito en la ruta nueva y usar la vieja para las maquinarias” confesó.
Por último, admitió que “no estamos ajenos a los contextos nacionales e internacionales, sin embargo hasta ahora no hemos parado ninguna obra. Las obras se están pagando en tiempo y forma. Las empresas quizás tengan algunas dificultades por el gasoil o el asfalto, pero más allá de eso no hemos tenido dificultades. Los pagos se están realizando bien”.