El fallo de la Corte Suprema recayó sobre la chilena Cencosud, que desde 1994 explota el predio donde se encuentra la antigua construcción, declarada Monumento Histórico nacional. Deberá financiar la restauración y puesta en valor del edificio.
El Pabellón del Centenario, un edificio construido en 1910 para los festejos conmemorativos de la Revolución de Mayo que sobrevive en el barrio porteño de Palermo, aunque con un severo deterioro en su estructura, será restaurado y rescatado de una segura demolición, a partir de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La medida judicial recayó sobre la empresa chilena Cencosud, que desde 1994 explota el predio donde se encuentra la antigua construcción, declarada Monumento Histórico nacional, que es obra del arquitecto italiano Virginio Colombo e integró un conjunto de 35 edificios que se levantaron por el Centenario, de los cuales es el único que se mantiene en pie.
En rigor, la multinacional debió hacerse cargo del mantenimiento del Pabellón desde el inicio del contrato, en noviembre de 1994, cuando entró en vigencia la entrega por parte del Estado nacional de una concesión para el uso de los terrenos delimitados por la avenida Bullrich, la calle Cerviño y las vías del ferrocarril Mitre, para la radicación de dos supermercados y una galería comercial.
Como parte del acuerdo se estableció que Cencosud financiara la restauración y puesta en valor del denominado «Gran Pabellón Central», inaugurado para la Exposición Internacional Ferroviaria y de Transporte realizada entre mayo y noviembre de 1910.
No obstante, las tareas nunca se llevaron adelante aunque la estructura ya presentaba patologías constructivas y signos de abandono, procesos que se profundizaron desde entonces.
La dilatación de la recuperación derivó en un reclamo judicial por parte de Nación, que tuvo idas y vueltas durante los últimos años entre las sentencias que salían tanto de juzgados de primera instancia como la ratificaciones de Cámara a favor de la restauración y las apelaciones y quejas por parte de la empresa que sostenían que los trabajos debían estar a cargo de especialistas.
Finalmente, esta semana el máximo tribunal desestimó por unanimidad la queja de Cencosud y le ordenó la recuperación del Pabellón del Centenario «hasta lograr un grado de terminación similar al que poseía originalmente, incluyendo el mantenimiento de sus fachadas, ornamentos y dispositivos conexos, con costas».
«El patrimonio cultural de una Nación preserva la memoria histórica de su pueblo y, en consecuencia, resulta un factor fundamental para conformar y consolidar su identidad«, agregó el fallo.
Y sostuvo que «es por ello que su tutela por parte del Estado adquiere vital importancia puesto que permite preservar los testimonios de civilizaciones pasadas y presentes, los que resultan indispensables puntos de referencia de toda sociedad a la hora de programar sus proyectos sociales futuros».
Además, indicó que para «la ejecución de los trabajos de mantenimiento y restauración» se deberán tener en cuenta «las recomendaciones efectuadas por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos«.
Fuentes de la empresa consultadas por Télam aseguraron que «Cencosud es respetuosa de la justicia y va a cumplir con el fallo de la Corte Suprema», por lo cual se espera la activación de la obra en el edificio en ruinas y con serios problemas estructurales, como la falta de un sector del techo, vidrios rotos, revoques caídos y columnas agrietadas.
La firma multinacional, sin embargo, tiene permiso de explotación del predio hasta 2024, ya que el contrato de concesión fue, en principio por 20 años hasta 2014, con dos prórrogas de 60 meses cada una, por lo cual caerá en poco tiempo y surgen las sospechas sobre si llegará a completar los trabajos que le fueron ordenados.
De hecho, estuvo a punto de finalizar la concesión en 2018 cuando la administración nacional en manos del entonces presidente Mauricio Macri, a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) lanzó un concurso para reformular el entorno urbano al Pabellón.
El proyecto planteaba la erradicación de las instalaciones comerciales instaladas en los terrenos para desplegar un desarrollo inmobiliario que combinara un espacio verde con torres de departamentos.
No obstante, ello no prosperó pese a que la Legislatura porteña avaló, con una ley, el cambio del uso urbano para habilitar la construcción de viviendas, y la empresa Cencosud permaneció con la explotación del sitio.
El Pabellón fue declarado en 2010 «Monumento Histórico Nacional» como parte de una medida del Poder Ejecutivo que abarcó también los jardines del predio de Palermo y un conjunto de construcciones lindantes que pertenecen al Regimiento de Infantería 1 de Patricios.
Según expertos, el edificio de planta circular responde al estilo antiacadémico de vertiente italiana conocido como Liberty y contaba, en su origen, con un conjunto de piezas escultóricas que representaban a cuatro mujeres que portaban un globo terráqueo.
Télam intentó tener la postura de la Comisión Nacional de Monumentos, pero desde el organismo se excusaron de informar al respecto del tema sobre el cual asesoran desde hace años, en esta oportunidad debido a los recientes cambios de autoridades.